Los empresarios españoles conocen muy bien LA DIRECCION POR OBJETIVOS, un sistema de dirección basado precisamente en la definición de objetivos y considerado como una filosofía de trabajo que involucra a todos los componentes humanos de la empresa. Desde que, en 1954, Peter F. Drucker (Profesor Austriaco) y Henry Mintzberg (Profesor Canadiense), ambos destacados autores de obras sobre el mundo del “Business” y el “Management” introdujeron el concepto de dirección por objetivos (uno de los modelos de dirección que representa una forma de acometer los retos que manifiesta la dirección en el siglo XXI) ha sido practicado en todo el mundo y orientado hacia el logro eficiente de los objetivos de la empresa y de los individuos.
Volviendo al primer párrafo, no estaría de más intentar comprender el significado que puede tener, en la actualidad, la aplicación de LA DIRECCION POR OBJETIVOS EN LA POLITICA y si, al igual que al empresario, este modelo de dirección y su filosofía son de aplicación al político, a la política, a los partidos políticos y al Gobierno; sobre todo si como ha quedado dicho sus objetivos no han respondido a las necesidades de la sociedad española.
Al respecto, una encuesta del mes de Marzo del presente año señala, en sus resultados, cinco de los problemas principales que existen actualmente en España: 1. El Paro (77,1%), 2. La Corrupción y el fraude (44,0%), 3. Los problemas de índole económica (25,6%), 4. LOS POLITICOS EN GENERAL, LOS PARTIDOS POLITICOS Y LA POLITICA (24,4%) y 5. La educación (9,8%). Es decir la encuesta detallada y otras más sitúan a los políticos como cuarto problema de los españoles, solo un 1,2% por debajo de los problemas económicos. Los ciudadanos, la sociedad civil, no se sienten representados ni atendidos; el interés general por los partidos a los que han votado se deduce fácilmente ya que la percepción negativa de la clase política y los partidos se ha multiplicado por cinco desde 2008. Algunos partidos han acometido programas en los que participan también expertos, junto a los dirigentes y a los ciudadanos, con el fin de mejorar la participación ciudadana y la representación de los intereses de la sociedad.
Destacados profesores de Ciencia Política y de la Administración en universidades europeas, inciden en observaciones como la anteriormente citada sobre la percepción negativa de los partidos y la clase política, manifiestan que “con todos sus defectos siguen siendo la viga maestra de la democracia de masas y por tanto de la política moderna” o, “Son realidades del siglo XIX que tienen que operar en un mundo mucho más abierto, dinámico y transparente pero mantienen los principios jerárquicos de carácter oligárquico que lo dificultan” y “los partidos han dejado de ser correas de transmisión entre el Estado y el pueblo y se han convertido en algo que bloquea la evolución de la sociedad, imponiendo un criterio trasnochado de organización y participación política”, igualmente dicen “es importante que a un partido se le pueda exigir el cumplimiento de su programa electoral ya que la financiación pública ha hecho que tengan los ingresos garantizados en los presupuestos del Estado; no es suficiente que se publiquen los presupuestos sino también su ejecución, que los ciudadanos sepan cuanto de lo presupuestado se ha gastado, cómo y por qué y, si no se ha gastado por qué; todo ello dentro de la máxima transparencia.
España ha tenido unas características de cultura política muy poco participativa. No cabe duda, hay que remarcar otro calificativo para la Dirección por objetivos aplicable a los partidos políticos, DIRECCION PARTICIPATIVA; “los partidos se articulan al margen de la sociedad, son organizaciones que desde la Transición están acostumbradas a interactuar directamente con el Estado”.
La Dirección de Partidos Políticos, entidades de interés público, contempla promover la participación de los ciudadanos en la vida democrática, haciendo posible el acceso de estos al ejercicio del poder público conforme a sus programas, valores e ideología y en los que, lo básico, es conseguir la mejor organización para obtener resultados que sobresalgan por su importancia en la búsqueda y obtención del mayor bienestar posible para el país, al igual que en la empresa se busca la rentabilidad económica que asegure ante todo su continuidad.
Politólogos de renombre establecen definiciones: “Toda asociación voluntaria perdurable en el tiempo dotada de un programa de gobierno de la sociedad en su conjunto, que canaliza determinados intereses, y que aspira a ejercer el poder político o a participar en él mediante su presentación reiterada en los procesos electorales” (R. Cotarelo).
El modo de acometer la implantación de un sistema como la propuesta planteada sería muy semejante al de la empresa con la necesaria y detallada información sobre los objetivos previstos por el Presidente del partido quien deberá crear, a través de su programa, un clima basado en la confianza para asignar los objetivos específicos a cada individuo o grupo de individuos que colaboren en la consecución de los mismos.
El 29 de Abril de 2016, el Gobierno ha aprobado el Programa de Estabilidad para los años 2016/2019 en el que prevé que la tasa de paro de 2019 acabe en el 13% y que haya 20 millones de empleos, todo un objetivo que dará lugar a opiniones diversas sobre su contenido, además de otros macroeconómicos para el citado periodo; ver enlace: http://www.abc.es/economia/abci-gobierno-preve-tasa-paro-2019-13-por-ciento-y-haya-20-millones-empleos-201604291339_noticia.html
En igual fecha, el denominado “Plan Juncker” programa de inversiones a través del Fondo Europeo de Inversiones Estratégicas (FEIE) desarrolla medidas de ayuda a las Pymes de toda Europa para la expansión de sus compañías y la creación de empleo (2,1 millones de empleo en Europa fue la cifra prevista en sus inicios). El programa incide en España en los sectores tecnológico e industrial; ver enlace:
http://www.abc.es/economia/abci-plan-juncker-y-aportan-100-millones-para-invertir-empresas-espanolas-201604292135_noticia.html