miércoles. 22.05.2024

Los "Millenials" y el derecho a ejercer la crítica

Los millenials son los nacidos entre 1980 y 1995, menores de 30 años, egocéntricos y muy preparados académicamente;  están familiarizados con la tecnología por su nacimiento en una época de prosperidad económica y grandes avances científicos.

Han sido llamados a suceder a los “Echo Boomers”, “Generación Y”, también a la  “Generación X”. En España, según el INE, hay 8.153.428 personas nacidas bajo la etiqueta de la Generación Y;  en EEUU, entre 79 y 80 millones de “Millenials”. Todos ellos, Generación Y, Echo Boomers, Generación X, Generación Y, al igual que los  Millenials crecieron con la tecnología que hoy conocemos a partir de las computadoras y en ellos no hay curvas de aprendizaje con la tecnología.

No cabe duda que los Millenials están bien considerados por los empresarios que valoran su preparación y su capacidad de crítica; se indica que en EEUU, en 2020, serán el 40 % de la fuerza laboral y el 75 % en  2025. Más hay que tener en cuenta que un buen porcentaje no se adapta a los actuales ambientes laborales, lo que solucionan emigrando o fundando sus propias empresas y que, en el caso de España, todavía encontramos una gran parte de ellos que  no asumen el riesgo de crear una empresa o “emprender” por motivos variados y uno de ellos no solucionado, me refiero a la burocracia.

Si añadimos el complejo escenario que compone el ordenamiento jurídico actual, en España, la multiplicidad normativa supone un obstáculo para el desarrollo empresarial ya que no se ajusta a las exigencias de mercados globalizados que regulen, cada vez más, la colaboración interempresarial y  la creación de infraestructuras de integración. La presencia de las Administraciones públicas en la vida empresarial requiere un análisis desde parámetros constitucionales, añadiendo innovaciones que nos permitan el aporte de la economía y la sociología coherentes con la Constitución española.

“Artículo 38: Se reconoce la libertad de empresa en el marco de la economía de mercado. Los poderes públicos garantizan y protegen su ejercicio y la defensa de la productividad, de acuerdo con las exigencias de la economía general y, en su caso, de la planificación”.

En plena campaña política se viene citando poco o nada, según ideología, la figura del empresario. La función del empresario o “emprendedor” es clave dentro de un sistema económico lo que debe de ser trasladado al ciudadano, a la vez que los argumentos que permiten a la sociedad mejoras en su desarrollo.

Es la capacidad crítica la que invita a reflexionar  sobre ¿Cómo ejercer la crítica?. Como premisa manifiesto que todos los ciudadanos tenemos derecho a la libertad de pensamiento, de expresión y de opinión lo que incluye el “derecho a ejercer la crítica” y añado “siempre con sentido común y respetando la legalidad vigente”.

Ante noticias como “La deuda pública de España bate records históricos y escala el 100,5 % del PIB en el primer trimestre del año 2016”

“La deuda registra un descenso record y baja hasta el 99,03 % del PIB; en el  cuarto mes del año 2016 que rompe así la tendencia al alza que ha seguido durante tres meses consecutivos, según datos del Banco de España”

“Los empresarios, 50 lideres empresariales, piden estabilidad y reformas”

 “Las graves consecuencias del –Brexit- en España”  

“Los -business angels- españoles piden más apoyo para contribuir al crecimiento económico”

“El Ministro de economía, en funciones, prevé 450.000 empleos en el segundo trimestre de este año”, no cabe duda que el ejercicio de la crítica se enfrenta a un trabajo de análisis y reflexión ya que junto a otros datos económicos puede servir al empresario, al emprendedor y a la dirección de la empresa en su caso en el delicado momento de la toma de decisiones.            

Por ello, los Millenials, están llamados a ejercer una función crítica como personas que, agrupando fuerzas, avivan y dan empuje a ideas, colaborando en las decisiones destinadas a integrar la ética en el ámbito de la empresa, e igualmente ante las instituciones públicas.

Con mucha seguridad, de la crítica ética, surgirán soluciones aplicables a uno de los objetivos mejorables, el crecimiento y la creación de empleo, sin olvidar otro, la educación.

Justamente hoy, leo “Las cinco recetas –Mágicas- de 177 economistas (que apoyan la candidatura populista para las elecciones del 26.J) contra la crisis”; economistas españoles y extranjeros (entre ellos Thomas Piketty, James Galbraith y Carlos Berzosa). Excelente material para iniciarse en la crítica responsable.

Los "Millenials" y el derecho a ejercer la crítica