Estos días ha sido noticia la Jornada de presentación del “PACTO DE ESTADO POR LA INDUSTRIA” y de la “ALIANZA POR LA INDUSTRIALIZACION DE ARAGON”, celebrada el día uno de este mes y a la vista del artículo del Decano del Colegio de Ingenieros Industriales de Aragón y Rioja, publicado en este Digital, “La Industria es una cuestión de Estado”, 31/05/2016, me pareció oportuno el cambio de tema a reflexionar, es decir el de los ELEMENTOS.
El título que encabeza mi artículo y que propongo para la reflexión, corresponde al vocablo ALIANZA en cuanto que expresa una idea. Pero no cabe duda que Alianza define al pacto o unión de personas y/o grupos sociales y amplia a vocablos como liga y coalición, lo que nos recomienda contemplar otras definiciones: Pacto, como acuerdo entre dos o más personas que obliga a ambas a cumplir una serie de condiciones y acuerdo, como decisión tomada en común por dos o más personas (junta o asamblea) o por una institución, manifestando una convergencia de voluntades. Igualmente liga, como unión de dos o más personas mediante vínculos legales, morales o de otro tipo y coalición como unión entre personas, grupos sociales o partidos políticos e incluso Estados para lograr un fin común.
Al respecto y volviendo a la Alianza por la industrialización de Aragón, según este mismo digital “esta unión persigue la potencialización del sector productivo y la sensibilización de la población sobre la importancia de la política industrial en la Comunidad Autónoma”.
Observe el lector los vocablos que aparecen con Alianza: pacto, acuerdo, unión, contrato, condiciones, decisión en común, convergencia de voluntades, vínculos; todos ellos referidos a personas o grupos sociales y añado: “para lograr un fin común”.
Opino que si el fin común que persigue la Alianza en Aragón, uno de ellos, es la sensibilización de la población sobre la importancia de la política industrial en la Comunidad Autónoma debo facilitar una definición de POLITICA INDUSTRIAL:
Según Jorg Meyer-Stamer la Política Industrial comprende aquellas medidas que apuntan a,
-Modificar de manera coordinada la estructura industrial por sectores (reducción de la capacidad industrial en las industria “antiguas”, fomento de “nuevas” industrias).
-Incidir coordinadamente en la estructura industrial a nivel regional, y
-Fomentar la competitividad de la Industria.
Trasladar la importancia de dicha política Industrial a la Comunidad Autónoma aragonesa, a su población, representada por el Estado, obliga a contar con el resto de las Comunidades españolas y también con los países que componen la Comunidad Europea.
No necesariamente el Estado, como organización social, debe de jugar un papel predominante ya que, en su momento, deberá formular conjuntamente con los actores sociales (Institutos científicos, asociaciones empresariales, sindicales, entre otros) estrategias para la política industrial.
En el artículo ya citado, “La Industria es una cuestión de Estado”, su autor, escribe: “Debemos revisar el efecto perverso que la desatención continuada por parte de los sucesivos gobiernos de uno y otro color, pese a su importancia en el desarrollo económico de la nación, ha tenido sobre este sector estratégico”.
En noticias recientes, los empresarios a nivel nacional e igualmente a niveles comunitarios e incluso locales, manifiestan “Tenemos un grave problema en España, la industria es necesaria pero la sociedad no es consciente de su importancia y eso se traduce en la falta de cualquier tipo de defensa del sector”.
Hoy mismo leemos noticias como “Quedan muchas reformas por hacer” (Aún recientes los datos de empleo en Mayo pasado: número de parados 3.891.403); ”Bruselas pide a los países que no prohíban las empresas de economía colaborativa”; “Suiza rechaza, en referéndum, una renta básica universal de 2.300 €”; “Las empresas españolas han logrado contratos en el exterior por 11.800 millones en lo que va de año”; “Aragón, plataforma logística, nueva marca para difundir las ventajas competitivas de la Comunidad en el sector de la distribución y el transporte para las empresas internacionales” y otras que no cito por considerarlas “proféticas”.
Del análisis realizado por IMD en su informe anual sobre competitividad en 61 países, este año España escala tres posiciones y se sitúa en el puesto 34 (eso si que es un “sorpasso”) el mejor desde 2012, dentro de una tendencia marcada por tres años consecutivos de mejora. De las veinte áreas utilizadas en la evaluación es la de “el clima para la inversión extranjera” la que le sitúa en la octava posición.
Igualmente Institutos de reconocido prestigio indican “A pesar de la desaceleración, España seguirá liderando el crecimiento económico de las grandes economías occidentales”.
Recordemos que en Aragón, la Industria sitúa su producción ocho puntos por encima de la media nacional y dentro de los objetivos de la Unión Europea.
Igualmente que, de los 105.000 Ingenieros de España más de 8.000 se encuentran en Aragón y desarrollan sus carreras profesionales ocupando cargos directivos y técnicos de alto nivel en el tejido industrial de nuestra región. Son sus Colegios profesionales y el Consejo Aragonés de Cámaras los que han creado la Alianza y han marcado su prioridad como reto para Aragón, manifestando su apoyo al Pacto de Estado por la Industria, suscrito por la UPCI y el IIE, Unión Profesional de Colegios de Ingenieros e Instituto de la Ingeniería de España.
En los comienzos de nueva campaña electoral son los Partidos Políticos los responsables de asumir el que la Sociedad sepa y reconozca la importancia de la Industria en el crecimiento económico y por ello en la creación de empleo, independientemente de que impongan su ideología, sin olvidar la necesaria transparencia en la explicación de sus programas y los limites en sus mensajes creando opinión.
Vuelvo a los elementos, tierra, agua, aire y fuego, todos ellos esenciales para la supervivencia de todas las formas conocidas de vida; no olvidar esas fuerzas naturales posibles causantes de daño y destrucción, evitando “sorpresas”; no conozco ninguna de ellas que posea la facultad de pensar.