Los datos corporativos son los principales objetivos de los ciberdelincuentes, con ellos pueden chantajear a altos directivos e instituciones a cambio de cuantiosas cantidades económicas. Para evitar este tipo de delitos las empresas han duplicado en los últimos cuatro años la inversión en seguridad digital para la protección de su información. El presupuesto medio mundial de las empresas ha pasado de 2,8 a 5,1 de millones de dólares. En las compañías de nuestro país la evolución ha sido similar, los 3,1 millones de dólares que se destinaban a la partida de ciberseguridad ha aumentado hasta alcanzar los 3,9 millones.
Los ataques informáticos tienen una finalidad específica, en primer lugar, toman el control, después desestabilizan el sistema, y en ocasiones incluso lo dañan. Entre las tácticas más utilizadas se encuentra el ransomware, se dirigen a la obtención de información bancaria, con el objetivo de realizar chantaje a cambio de cantidades económicas o realizar transferencias sin permiso de sus propietarios.
Anteriormente los ciberataques se producían a una entidad bancaria o persona concreta, de tal forma que su botín era limitado; actualmente cabe la posibilidad de atacar gran cantidad de equipos de forma simultánea y conseguir mayores beneficios.
Por otra parte, hay que tener en cuenta los ataques internos, son más de la mitad de los que se llevan a cabo contra las empresas. Se realizan desde el interior de las mismas, causados por los accesos privilegiados de los empleados a determinada información confidencial.
Además, la mayoría de usuarios no es capaz de detectar un malware insertado en tráfico encriptado. Precisamente los sectores más atacados son los que mayor protección necesitan, financiero, sanidad y administración pública. Estos, a su vez son los que más necesitan esa capacidad de detección de vulnerabilidades en el tráfico SSL
Otra parte implicada en la ciberseguridad son los millennial, conocen de primera mano los avances digitales en cuanto a sistemas y programación se refiere. En primer lugar existen jóvenes que depositan toda su confianza en las plataformas digitales y navegan sin ningún tipo de atención a los peligros que existen durante ciertas transacciones. En el otro extremo se encuentran los expertos, que se dividen en usuarios protegidos y ciberdelincuentes a todo tipo de niveles.
La dificultad en materia de ciberseguridad se ha ido incrementando con el paso del tiempo en diferentes sectores, hasta el punto de que en los últimos 3 meses se han producido una media de 200.000 amenazas por día. Los ciberataques se han desencadenado a causa del desarrollo de 18 millones de muestras de malware; y como consecuencia IDC estima que dentro de 4 años, en 2020, la protección informática costará más de 100.000 millones de dólares.
El cibercrimen y el éxito de los hackers se produce por la falta de concienciación tanto de instituciones gubernamentales como de los principales sectores que rigen el ritmo de la sociedad. Iniciativas como el Día Internacional de la Seguridad Informática, pretenden concienciar sobre la importancia de la protección digital los beneficios y ventajas que existen. Se trata de una justificación perfecta para desarrollar actividades académicas y empresariales con el objetivo de generar interés en cuanto a los riesgos y peligros a los que se somete la información almacenada en los dispositivos y equipos conectados a Internet.