martes. 30.04.2024

Mejorando el estilo de conducción: la “gamificación” de la flota

Estudios recientes han demostrado la importancia que tiene para las empresas mejorar los estándares de conducción. La pregunta estriba en cómo mejorar estos estándares de conducción de forma sencilla y real.

Cambiar el estilo de conducción no es una tarea fácil después de todo. Su práctica con éxito, sin embargo, puede ayudar a abrir la puerta a una gestión del riesgo y de costes más eficaz.

Entre las técnicas avanzadas de las que se habla para mejorar el estilo de conducción se encuentra el concepto de “gamificación”. ¿Pero qué significa este término? ¿Cuál es la ciencia tras este popular juego de palabras? ¿Y qué significa en la práctica para los operadores de flotas?

Toda la verdad sobre la gamificación 

La gamificación es un término amplio, pero, si lo simplificamos, se refiere al uso de las mecánicas de juego para motivar a las personas.

Los principios tras este concepto no son nuevos, pero tras darse a conocer hace unos años en la industria tecnológica, parece que su uso como herramienta motivacional se ha extendido al resto de industrias.

El informe sobre “Gamificación 2020” de Gartner predice que la gamificación en los negocios está a punto de despegar. En el entorno corporativo, donde la falta de compromiso de los empleados puede ser un obstáculo para el desarrollo del negocio, los defensores de la gamificación creen que puede ser utilizada para lograr objetivos empresariales definidos.

Aunque la mayoría vería que las actividades relacionadas con el trabajo están muy alejadas del concepto tradicional de juego, se cree que el despliegue de elementos de juego puede fomentar un cambio de comportamiento. Al hacer uso de estímulos clave, como sentido de la competencia, reconocimiento y recompensa, se pueden modificar nuestras decisiones del día a día. En el caso de los conductores de flotas, esto podría significar mejorar el comportamiento de conducción, al decidir tomar una curva a una velocidad más lenta o al acelerar o frenar con menos severidad.

Los fundamentos de la teoría parecen sencillos - pero ¿cómo funcionan realmente?

La psicología tras la teoría

La psicología es el corazón de la gamificación – una herramienta que aprovecha las motivaciones clave del ser humano para obtener un cambio en el comportamiento.

De hecho, de acuerdo con el autor de ‘Gamification by Design’, Gabe Zichermann, “la gamificación es un 75% de psicología y un 25% de tecnología”.

Un informe académico del Profesor B.J. Fogg de la Universidad de Standford ha llevado al desarrollo de un modelo de cambio del comportamiento, que habla de tres elementos clave: motivación, capacidad y efecto desencadenante, que deben converger al mismo tiempo para que un “comportamiento” tenga lugar.

El individuo debe tener primero la capacidad para llevar a cabo una tarea, y se le proporcionarán las herramientas para completar la acción, que serían el efecto desencadenante. La motivación le daría al individuo la oportunidad de ganar, de recibir una recompensa o de obtener reconocimiento.

La solución telemática para la flota

Un gestor de flotas informado de la psicología humana y de los datos de la flota puede conseguir grandes cosas.

La tecnología telemática puede “empoderar” al conductor, ofreciéndole las herramientas y la capacidad para ayudarle a mejorar su estilo de conducción y su rendimiento tras el volante.

Mientras tanto, se incentiva a los empleados a través de un programa de recompensas, o, por ejemplo, de la publicación de las tablas de clasificación (lo que puede generar una sana competencia que actúe de motivación para mejorar).

Ya hay empresas que están utilizando la gamificación para mejorar el estilo de conducción de sus flotas con éxito, reduciendo a su vez los costes de combustible. Es solo cuestión de tiempo que se comience a utilizar de forma más amplia.

Mejorando el estilo de conducción: la “gamificación” de la flota