domingo. 28.04.2024
CARTA A LOS FUTUROS LEGILASDORES Y GOBERNANTES

El Círculo de Empresarios pide un país más estable, social, política y económicamente

"España dispone hoy de un marco favorable de partida, sin embargo, los problemas que padece, unidos a los retos globales, demandan la introducción de nuevas políticas reformistas. Con el esfuerzo de todos tenemos la oportunidad, y la obligación, de contribuir a que España sea un país más estable, social, política y económicamente. En definitiva, una sociedad mejor, más justa y con un mayor grado de cohesión y bienestar".

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Círculo de Empresarios

Ante las elecciones generales del próximo 20 de diciembre, el Círculo de Empresarios, fiel a sus principios y tradición, considera una obligación pronunciarse sobre los retos que deberán afrontar los nuevos legisladores y gobernantes, así como las políticas prioritarias para la próxima legislatura.

La sociedad española ha demostrado una admirable capacidad de respuesta ante la crisis económica y las dificultades que ésta ha generado; ha elevado el nivel de exigencia ética sobre lo público; ha reforzado el asociacionismo civil que se ha plasmado en nuevos foros y plataformas de opinión, adoptando un comportamiento cívico ejemplar.

Los partidos políticos deben valorar y dar respuesta a las demandas sociales. En esta nueva legislatura es preciso reivindicar el acuerdo y el consenso como bien democrático, y apostar por el diálogo constructivo y los pactos como esencia de la vida democrática. Todo ello con un objetivo prioritario: conseguir un nuevo período fructífero de renovada convivencia nacional, confianza y estabilidad, similar al experimentado en las décadas previas a la reciente crisis económica.

La historia de España en estos últimos 40 años ha sido un gran éxito y debemos sentirnos orgullosos y con la autoestima suficiente para superar este bache económico, social, político y moral. Exponemos a continuación los que, en nuestra opinión, deberían ser objetivos prioritarios de los futuros legisladores y gobernantes: 

1.- Política institucional 

  • Es urgente eliminar la incertidumbre política que pueda lastrar la recuperación económica y la convivencia social. Para ello es imprescindible un gobierno estable que represente una mayoría capaz de fortalecer el Estado de Derecho, de garantizar la unidad de España y de acometer una profunda reforma política, particularmente de su articulación territorial. Si fuera necesario para conseguir esos fines, no debe excluirse una reforma de la Constitución.
  • Los nuevos legisladores deberían acometer una reforma de la ley Electoral y de la ley de Partidos.
  • Al mismo tiempo, deberían abordar la despolitización de la Justicia y de los organismos reguladores y supervisores, garantizando la estabilidad regulatoria de los mercados, la imparcialidad en todos los ámbitos públicos, y especialmente la independencia del Poder Judicial. Una Justicia segura, de calidad y rápida, es un requisito indispensable para una economía competitiva.
  • Es imprescindible aumentar la transparencia, la rendición de cuentas y la evaluación de políticas, tanto de la Administración Central como de las CCAA y las Entidades Locales. 
  • El nuevo Gobierno debería lanzar un proyecto de regeneración ética de la vida política y económica con un principio común claro y rotundo: “tolerancia cero con la corrupción”, tanto en el ámbito público y empresarial, como en la actividad particular. 
  • Ante la aparición de propuestas políticas y de política económica que han demostrado sobradamente su fracaso, quienes asuman la responsabilidad de gobernar deben tener muy presente que la relación indisoluble existente entre la propiedad privada, la democracia y el libre mercado, es lo que permite a los ciudadanos desplegar todas sus capacidades creativas, generando un mayor nivel de libertad individual y bienestar social.

2.- Política Social

  • Con carácter prioritario, hay que poner en marcha políticas intensivas de creación de empleo, orientadas al millón de jóvenes sin suficiente formación y experiencia que no encuentran trabajo, a las mujeres y a los parados de larga duración. Debemos encontrar soluciones rápidas y efectivas para revertir esta dramática situación:
    • Fomentar el empleo juvenil mediante formación profesional dual, contratos incentivados y un salario mínimo interprofesional específico vinculado a la formación.
    • Reformular las políticas activas de empleo a través del cumplimiento del compromiso de actividad y mejorar la empleabilidad mediante un eficaz reciclaje profesional.
  • Impulsar políticas de gasto social que alivien la situación de las bolsas de pobreza existentes y contribuyan a reducir la desigualdad generada durante la crisis. 
  • Promover una auténtica igualdad de oportunidades para evitar la desigualdad en origen, mediante un sistema educativo consensuado, estable y de largo plazo, en el que la educación en valores, el mérito, la creatividad, el espíritu emprendedor y la adecuación de la formación a las necesidades de la sociedad y de las empresas, sean pilares esenciales. 
  • Políticas efectivas de fomento de la natalidad y de conciliación para paliar los efectos del envejecimiento de la población y la reducción de la población activa. 

3.- Política económica 

En el “Barómetro de los Círculos” venimos reflejando, con el Círculo de Economía y el Círculo de Empresarios Vascos, recomendaciones para lograr una economía dinámica y competitiva, que fortalezca el crecimiento, genere más empleo, y posibilite el mantenimiento del Estado de Bienestar. Consideramos prioritarias las siguientes medidas de política económica: 

a) A corto plazo

  • Mantenimiento de políticas de consolidación fiscal acordes con los objetivos de la Unión Europea. Seguimos registrando un elevado déficit y una excesiva deuda pública, lo que compromete nuestro futuro y el de generaciones venideras.

  • Reforma estructural de las Administraciones Públicas para que garanticen el actual Estado del Bienestar, empleando los recursos con mayor eficiencia y calidad.

  • Reforma fiscal como instrumento de política económica que estimule el crecimiento, el ahorro y la inversión, y que no responda a fines exclusivamente recaudatorios. Asimismo, que reduzca la imposición a la actividad empresarial, especialmente las cuotas a la Seguridad Social, y al mismo tiempo estimule el afloramiento de la economía sumergida y penalice el fraude fiscal. 

b) A medio y largo plazo 

  • El problema clave de nuestra economía es la mejora continua de la competitividad y la puesta en marcha de reformas que hagan nuestro crecimiento sostenible. Por ello, es necesario completar el proceso de reformas:

  • Acometer la transformación digital de nuestra sociedad y de nuestras empresas e instituciones para no perder el tren de la revolución tecnológica. 

  • Desarrollar una política de reindustrialización competitiva, mediante la optimización de los elementos que conforman la mejora de la productividad, en particular el coste de la energía. 

  • Introducir políticas que faciliten tanto el crecimiento como la fusión y concentración de empresas para fortalecer el tejido empresarial, incrementar su competitividad, fomentar la exportación y la inversión en I+D+i. 

  • Cambios en la legislación laboral que favorezcan la creación de puestos de trabajo, eliminen la dualidad del mercado, fomenten la contratación indefinida, y faciliten la flexibilidad necesaria para que las empresas puedan organizar y adaptar sus plantillas de acuerdo a su situación económica particular.

  • Establecer un sistema de pensiones mixto, de reparto y capitalización, que garantice su viabilidad a futuro, manteniendo sus cuantías en niveles similares a los actuales. Esto a su vez fomentaría el ahorro privado y, por ello, la inversión productiva y la creación de empleo.

  • Garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario ante el coste cada vez más elevado de los tratamientos y el envejecimiento de la población. Es necesario hacer un uso eficiente de los recursos, con una mayor y más eficaz colaboración público-privada, sin menoscabo de la calidad y la cobertura de los servicios.

  • Políticas responsables de protección del medio ambiente que al mismo tiempo favorezcan la actividad económica.

España dispone hoy de un marco favorable de partida reflejado en niveles de renta de país desarrollado, en sus magníficas infraestructuras, en su tejido empresarial dinámico e internacional, en su creatividad tecnológica, en el talento de su capital humano, y en su riqueza y diversidad cultural.

Sin embargo, los problemas que padece actualmente la sociedad española, unidos a los retos globales, demandan la introducción de nuevas políticas reformistas que configuren un proyecto-país que nos ilusione y aglutine, como ha ocurrido en los años más fecundos de nuestra democracia.

Estas reflexiones no pueden concluir sin manifestar que desde el Círculo de Empresarios, como institución de la sociedad civil que persigue el interés general de España, asumimos el compromiso de seguir contribuyendo con nuestras ideas, diagnósticos y propuestas a la modernización de nuestra economía y a la mejora de la calidad y estabilidad de nuestras Instituciones.

Con el esfuerzo de todos tenemos la oportunidad, y la obligación, de contribuir a que España sea un país más estable, social, política y económicamente. En definitiva, una sociedad mejor, más justa y con un mayor grado de cohesión y bienestar.

El Círculo de Empresarios pide un país más estable, social, política y económicamente