“La línea ferroviaria Zaragoza-Canfranc-Pau reúne unas grandes cualidades para el turismo y el transporte de viajeros que podrían explotarse ya”, afirma Luis Soriano, Decano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Aragón (COIIAR), una de las entidades invitadas al Acto de Apoyo del Canfranc que mañana reúne en Zaragoza a altos representantes de Aragón y la Región francesa de Aquitania-Limousin-Poitou-Charentes. La Sala de la Corona de Aragón se abrirá este miércoles para defender el futuro de la línea Zaragoza-Canfranc-Pau, en un acto que encabezará el presidente de Aragón, Javier Lambán, y al que acompañará el vicepresidente responsable de Desarrollo Económico y Economía Digital de la región francesa, Bernard Uthurry; el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, y otros representantes institucionales de la Comunidad aragonesa.
Para COIIAR, el turismo que acude a los Pirineos, tanto en invierno como en verano, podría utilizar la línea Zaragoza-Canfranc-Pau tanto para visitas desde la vertiente francesa a Huesca o Jaca y otras localidades de la montaña aragonesa, como a la inversa. Para el transporte de mercancías supone un coste económico y de tiempo el hecho de que al llegar a la frontera francesa haya que trasladar la mercancía de un tren a otro (lo que se conoce como ‘rotura de carga’), ya que el ancho de vía ibérico es de 1.668, mientras que en el resto de Europa es de 1.345 (o ancho UIC). Esta circunstancia, sin embargo, “no es un obstáculo para el transporte de pasajeros, por lo que el uso turístico podría ser un hecho desde este momento y convertiría a la estación de Canfranc en centro turístico relevante”, afirma el Decano del Colegio de Ingenieros Industriales.
Soriano destaca igualmente que “el ferrocarril ofrece en Aragón unas posibilidades de desarrollo que no deben dejarse pasar”. La Travesía Central de los Pirineos (TCP) se postula como solución idónea para el transporte de mercancías, uniendo Zaragoza con la red europea a través de Tolousse con un túnel de baja cota, que permitiría la circulación de trenes de no menos de 2.000 toneladas.
Por otra parte, la ubicación geográfica de Zaragoza, la coloca en el centro entre el Corredor Mediterráneo y el Corredor Atlántico. En ella confluyen además las mercancías procedentes de Madrid.
La capital aragonesa enlaza, por el Este, con el Corredor Mediterráneo a través de la línea Lérida-San Vicente Calders-Comarruga-Castelbisbal, para cruzar la frontera francesa por el túnel de baja cota de TP Ferro, La Junquera. Por el Noroeste, se une al Corredor Atlántico a través de Pamplona. En ambos casos se produce la ‘rotura del carga’ al llegar a la frontera francesa.
“Habría que aprovechar que en la línea Zaragoza-Pamplona-Irún existen ya muchos tramos de vía doble, para montar el tercer carril que permitiría circular a los trenes desde Zaragoza con ancho de vía europeo”, afirma Luis Soriano.
“Zaragoza debería ser el centro logístico para el transporte de mercancías hacia Europa sin rotura de carga”, subraya Soriano.
