jueves. 02.05.2024
Foto Ana Jiménez 1_opt
Ana Jiménez

Ante esta situación, Ana Jiménez, publicista, diseñadora e ilustradora,  es tajante: “No busques trabajo, créalo”.

Ana está ayudando a desempleadas, madres de familia que necesitan conciliar o jubiladas que quieren seguir creciendo profesionalmente, a emprender y construir su propio negocio para que puedan vivir de lo que les apasiona desde casa o desde cualquier sitio, con sólo un ordenador, pudiendo compatibilizar su trabajo con su familia o permitiéndoles vivir libremente en cualquier parte del mundo.

A pesar de su juventud, esta joven de Córdoba es el claro ejemplo de cómo es posible pasar de la precariedad laboral a ser dueña de su propio negocio.

TODO EMPEZÓ CUANDO…

La historia de Ana es como la de muchos jóvenes españoles que se enfrentan a un mercado laboral lleno de barreras.

En el cuarto año de la carrera entró como becaria en una empresa y al año le ofrecieron quedarse, eso sí, con la condición de que se hiciera autónoma. “Se supone que debía estar contenta porque había conseguido quedarme en la empresa en la que llevaba un año trabajando”, nos cuenta Ana, “aún no había acabado la carrera, así que acepté“, apunta Ana.

Siempre positiva, pensó que como autónoma, podría tener más clientes y conseguir un sueldo decente. Fue así como montó su propia agencia y se convirtió en la “pluribecaria”, sobreviviendo,  pagando a duras penas los gastos fijos que tenía, a la vez que echaba mano de la ayuda de sus padres.  Al poco tiempo, y de un día para otro, la empresa decide prescindir de sus servicios.

Ese fue su resorte. Lejos de amilanarse, ese “despido” prendió la mecha de su objetivo: Crear su propio empleo. Siguió con su cuota de autónomos y buscó nuevos clientes sin éxito. “Me paré a pensar qué pasaba, por qué no me contrataban y me di cuenta de que mi trabajo era más valorado cuando me presentaba con mi nombre que como una agencia”, recuerda Ana.

“Fue entonces cuando fui consciente de la importancia que tiene trabajar la marca personal, porque las personas quieren tratar con personas y eso en el mundo digital se pierde. Creé mi web https://www.anajmnez.com/ y en pocos meses conseguí clientes que me recomendaban y hacían que aumentara mi reputación online”, reconoce.

“Experimenté una transformación en mi vida en todos los sentidos. Ahora mi propósito es ayudar a otras personas a emprender y a conseguir lo mismo que he logrado yo”, explica Ana Jiménez, y continúa, “Crear un negocio digital está al alcance de cualquiera, no es necesaria una gran inversión y en tan solo cuatro semanas, puedes tener tu proyecto en marcha”.

Hoy, cuatro años después y más de 200 proyectos a sus espaldas, demuestra que con ingenio se puede emprender con éxito aun disponiendo de pocos recursos económicos.

EL CONTEXTO ACTUAL

Montar un negocio es el camino más corto para salir de la cola del paro o mejorar una situación laboral desfavorable.

Las mujeres emprendedoras todavía son minoría en España, de hecho, según recientes estudios como el último informe El Informe Mundial GEM (Global Entrepreneurship Monitor) 2016, el porcentaje de mujeres emprendedoras supone un 35% del total de emprendedores, más de 650.000.

La realidad es que estas mujeres reciben pocas ayudas públicas, por eso, iniciativas como la de Ana Jiménez suponen un gran valor y apoyo porque aportan la información, herramientas y el acompañamiento necesarios para montar un negocio viable.

MONTAR UN NEGOCIO EN 4 SEMANAS ES POSIBLE

Cuando las personas piensan en emprender, imaginan un camino largo y solitario lleno de obstáculos y en la mayoría de los casos caminan sin rumbo fijo por esta aventura. Ana conoce bien esa sensación, ella misma la sintió y se la encuentra en más del 90% de los 200 emprendedores a los que ha ayudado a materializar sus proyectos.

Conoce bien los pasos, por eso después de decenas de proyectos lo tiene claro: “Emprender en 4 semanas es posible. Emprender bien, con foco, con estrategia, priorizando. En un mes puedes estar trabajando en lo que te apasiona. Ya no hay excusas. Se acabó el miedo a emprender”, asegura Ana.

De becaria a emprendedora, fabrica tu propio empleo