sábado. 20.04.2024

Economías verde, azul, naranja…

¿La economía es un mundo de color? Evidentemente no. No obstante algunos teóricos, combinan economía con determinado color, para ponerle apellido, para acotar a una actividad económica concreta, para definir a una rama especializada de la economía. Y en algunos casos… “para vender su libro”.

Inicio por la economía verde (green economy) por ser la más conocida y de mayor actualidad. Actualidad derivada del  anuncio del Presidente Trump, de que EE.UU. va a abandonar el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático. Acuerdo de Diciembre del 2015, y firmado por 196 países. No obstante, California ya ha anunciado que seguirá su Programa Energético, según el cual se prevé que para el año 2040/2045, todos los edificios del estado utilizarán energía proveniente de energías renovables. Hoy prácticamente ya son la mitad.

La economía verde o economía medioambiental, es la representativa de la sostenibilidad, la ecología, el medio ambiente, y del cambio climático; de la agricultura ecológica, las energías renovables, la gestión de residuos, la lucha contra la contaminación, actuaciones en aguas, mares y costas (algunas opiniones esta actividad la relacionan con la economía azul),  y las actividades relacionadas con preservación de los recursos y espacios naturales.

El concepto economía verde, nació oficialmente en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible en Río de Janeiro, año 2012. Un aspecto positivo de ésta economía, es la capacidad que está teniendo en la generación de empleo. Según datos publicados por Eurostat, con motivo de la Semana Verde 2017 de la U.E., recientemente celebrada en Bruselas y en otras varias capitales, bajo el lema “Empleo verde para un futuro verde” la preocupación por estas materias y por la sostenibilidad del planeta, ha permitido un crecimiento exponencial en su mercado laboral, concretamente el 50% en los últimos años, contabilizando 4,2 millones los empleados en el sector. Otro aspecto a destacar, es que la ecoindustria va a necesitar de una nueva tipología de empleos.

La economía azul (blue economy), viene a ser la respuesta para los que entienden que la economía verde es insostenible. Está inspirada en el planeta Tierra y en la evolución de los ecosistemas naturales, para aprender de ellos a  ser eficientes en la producción de bienes. En mi opinión, puede considerarse como un híbrido entre la economía verde, la economía circular (por el aprovechamiento de los residuos) y parte de la economía del bien común (por la responsabilidad compartida).  La economía azul, pretende optimizar el rendimiento de los recursos disponibles actuales desde un modo sostenible, y el máximo aprovechamiento de los residuos, al considerarlos fuentes de riqueza. Y entre otras acciones, que deberían reducirse notablemente los kilómetros que “viajan” los alimentos.

Como he comentado anteriormente, algunas versiones ubican las actividades en beneficio de las aguas, costas y mares, como economía azul.

El concepto de economía azul, fue “inventado” y desarrollado por un economista belga, Gunter Pauli (1956). Según su teoría, es un modelo macroeconómico y de negocios, orientado a responder a las necesidades de los consumidores con los recursos localmente disponibles. Según su filosofía, la economía verde es “elitista” porque ofrece productos ecológicos a alto precio. Es autor del libro The Blue Economy, publicado en 2010.

Un ejemplo de economía azul, puede ser Iberfunghi, empresa aragonesa que con los residuos del café, cultiva hongos y setas comestibles de alta calidad y produce abono para plantas. Otro ejemplo es una empresa creación del citado Pauli, dedicada a producir detergentes biodegradables con restos de cáscaras de naranja.

La economía naranja (orange economy) o economía creativa, es la actividad económica generada por las industrias y empresas dedicadas a la producción de actividades culturales. Esta denominación es principalmente utilizada en algunos países sudamericanos. Se ha adoptado el color naranja, al ser asociado y comúnmente aceptado con la cultura, la creatividad, y… con ¡la felicidad!

John Howkins, especialista en el tema de la “industrias creativas”, define a la economía naranja, como aquella que comprende a los sectores en los que el valor de los bienes y servicios se fundamenta en la propiedad intelectual. Sectores que van desde la arquitectura, las artes visuales y escénicas, pasando por el cine, la música, el diseño editorial, la artesanía y la moda.

Si la economía naranja, pretende convertir una idea creativa en negocio, este grupo de actividades empiezan a crecer y a consolidarse como una nueva forma de emprendimiento y actividad empresarial. ¿Conocía que el Circo del Sol, da trabajo a más de 5.000 personas?

Un concepto al que nos tenemos que habituar es Fashion Tech, la combinación de moda y tecnología, que va a cambiar la forma de diseñar, fabricar, vender y distribuir la moda. Recientemente se ha celebrado una inmersión y encuentro de empresas de moda españolas en Silicon Valley, para desarrollar esta combinación moda/tecnología.

El marketing de muchas compañías, también “juega” con los colores. Prácticamente cada compañía se identifica con un color. Resulta patente la importancia que un color puede tener a la hora de una decisión, y como puede utilizarse para transmitir muchas y muy distintas sensaciones.

El color rojo, transmite pasión y lujo, un color muy llamativo y emocional, capaz de generar distintas sensaciones. El verde es un color muy usado en la actualidad, debido a sus connotaciones “verdes” y por transmitir sentimientos positivos. El azul tiene un alto componente de solidez, transmitiendo la sensación de que la empresa es segura y fiable. El amarillo es un color muy llamativo y brillante, que refleja gran parte de la luz, lo que tiene efectos estimulantes. El negro, es el color del lujo, la seriedad y la elegancia, por lo que en muchas ocasiones se usa para transmitir calidad.

Economías verde, azul, naranja…