viernes. 19.04.2024

ECONOMIA DEL BIEN COMUN

¿Un nuevo modelo de economía? ¿Una alternativa a los sistemas económicos actuales? Según consta en la cuenta de twitter de @EBienComun, es un nuevo modelo realista, solidario, ecológico… para hacer un futuro mejor. Pretende ser una alternativa a sistemas económicos como el capitalismo o el comunismo. Según otras opiniones, “es un experimento de ingenieria social”.

El movimiento internacional de la Economía del Bien Común, fue creado por Christian Felber  y presentado el 06 de octubre del 2010, como una alternativa tanto al capitalismo de mercado como a la economía planificada. El proyecto parte de unos criterios generales, que pretenden generar un modelo abierto, a construir entre todos sus miembros. Asimismo, Felber, inició el proyecto Banco para el Bien Común.

Felber, nació en Salzburgo en 1972, estudió filología hispánica, sociología y ciencias políticas en Universidades de Viena y Madrid. Profesor en la Universidad de Economía de Viena, principalmente ejerce como conferenciante internacional. Escritor y autor de varios libros, como “Nuevos valores para la economía”, “Cooperación en vez de competencia”, “La economía del bien común”, “Salvemos el euro” y “Dinero: de fin a medio”. [

La EBC, se rige por una serie de principios básicos que representan valores, como la cooperación, solidaridad, confianza, honestidad, responsabilidad, generosidad, transparencia...  Algunas de sus acciones  están destinadas a educar en valores y  a despertar la creatividad en el aula. Y otras a fomentar el emprendimiento en este modelo.

Las principales diferencias, entre la economía real y la economía del bien común, radican en la misión, visión y valores de las empresas, pero sobre todo en  la forma de medir la actividad, en las magnitudes e indicadores que se usan.

La economía real se mide básicamente con indicadores monetarios como producto interior bruto, inflación, deuda, facturación, crecimiento, beneficios… sin contemplar  indicadores que midan otras circunstancias, como si se sobreexplota el medio ambiente, si se respetan los derechos humanos en los distintos procesos, las condiciones de los trabajadores, ni sobre lo que produce, ni cómo se produce.

La EBC, se mide con indicadores que muestran como las empresas trabajan y viven la solidaridad, la sostenibilidad, la dignidad humana, la esclavitud infantil, la desigualdad,  la justicia social, la transparencia,  la forma de relacionarse con proveedores y clientes, rentas adecuadas de los trabajadores…Con el producto del bien común, el balance del bien común,  o el balance financiero,  pasa de ser un fin a ser un medio.

Las diferencias comentadas anteriormente, son las superficiales, las más visibles. Si profundizamos un poco, observaremos otras como: que el impuesto sobre el beneficio empresarial sea eliminado, el crecimiento deja de ser un fin, (para que las empresas no se absorban unas a otras), años sabáticos cada diez años (durante el cual se cobrará un “salario mínimo incondicional”), ingresos y patrimonio limitados, gozar de ventajas legales, la creación de parlamentos económicos regionales, cooperación monetaria global, zonas de comercio justo, zona del bien común global, uso de la tierra condicionado a criterios ecológicos, reducción de la huella ecológica,  cooperar con trabajos en otros campos (sociales. etc.), democracia directa y participativa, bienes y bancos democráticos….

La estructura de esta teoría está basada, al igual que la economía de mercado, en empresas privadas e iniciativa individual, pero con la misión de desarrollar una que sea ética y sostenible. La diferencia con las empresas convencionales se fundamenta en que estas no se esfuerzan por competir entre ellas y obtener más beneficios, sino que cooperan para conseguir el mayor bien común para la sociedad en su conjunto. Buscan las alianzas y aprovechamiento de sinergias.

Los defensores de la EBC, convencidos de que toda actividad económica debería servir al bien común, reclaman que aquellas empresas a las que guíen esos principios y valores deben obtener ventajas legales y fiscales que les permitan sobrevivir, frente a los valores del lucro y la competencia actuales.

¿Nos parecen modernos estos movimientos? Aristóteles, ya escribió en el año 350 a.C. en su obra “Política”, que la economía debería de estar basada en el “bien equitativo”, en el bien común, que se requería de un "buen comercio” para tener un “buen vivir”. Posteriormente han sido varios los filósofos y pensadores que han aludido a la necesidad del bién común.

A nivel de España, fue en octubre del 2013, cuando se fundó y presentó en Vitoria, la Asociación Federal Española para el Fomento de la Economía del Bien Común. Un mes más tarde se produjo el 1º Encuentro Estatal de Municipios por el Fomento de la EBC, con la participación de diez municipios.

A nivel de Aragón, hace unos meses tuve la oportunidad de asistir a un evento, que bajo la marca #CaféRSC, un grupo de personas organizan, se encuentran y debaten en una cafetería de Zaragoza. En dicha jornada el tema fue la EBC. Ahí conocí este movimiento.

Para finalizar, y dando por asumido que no hay nada más cíclico que la economía, unas reflexiones: durante el devenir de los años, los sistemas económicos, los estados, las administraciones, las empresas, los distintos intervinientes en la economía, ¿no han tenido como fin y objetivo el bien común?  ¿Se trata de un modelo con futuro?

ECONOMIA DEL BIEN COMUN