viernes. 29.03.2024

El proceso de la aproximación digital a la empresa

Aunque los medios sociales ya no pueden considerarse como una novedad, muchas organizaciones y empresas (especialmente las pequeñas y las medianas) todavía están tratando de averiguar cómo aprovecharlos y emplearlos como parte de sus esfuerzos de comercialización, gestión de marca, relaciones públicas, servicio al cliente, y generación de ingresos. Conjuntamente con el análisis de estas áreas, también deben encontrar la mejor forma de contratar y utilizar a especialistas en social media y aprovechar su experiencia en el entorno digital.

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Social Media

El surgimiento y el crecimiento de nuevas plataformas y aplicaciones (por ejemplo, Instagram, WhatsApp, Snapchat), la maduración y el "refinamiento" continuo de plataformas más establecidas como LinkedIn, Facebook y Twitter, junto con la disminución o cambio significativo en el enfoque de plataformas y herramientas que languidecen (por ejemplo, , MySpace, Google +, Klout), muestra que el panorama de los medios sociales está en un estado constante de flujo, y provoca que el proceso de implicación de las redes sociales sea aún más complejo. Cuando añadimos a la mezcla sitios web de contenido dinámico (por ejemplo, los blogs), optimización en motores de búsqueda y la publicidad social y digital, la necesidad de conocimientos digitales se vuelve aún más pronunciada.

A pesar de la complejidad, muchas empresas continúan subestimando tanto la importancia y los retos inherentes al desarrollo e implementación de un enfoque sólido para la incorporación de las tecnologías digitales y sociales en sus esfuerzos de comunicación externa. En mis artículos y charlas insisto en la necesidad de concienciar a los responsables de las mismas para que se tomen en serio el tema digital y no se escondan tras un maquillaje o un bricolaje de apariencia. Asimismo, es básico contar con la experiencia de gente conocedora del entorno digital y no dejarlo en manos de usuarios básicos.

Existe una tendencia en muchas empresas de comenzar con las acciones en primer lugar, y buscar una persona interna - alguien que es a menudo un miembro del personal subalterno -, para llevar a cabo dichas actividades (sobre una planificación a tiempo parcial o con becarios). La idea de externalizar la gestión de los medios sociales a un consultor o una agencia, por no hablar de la idea de considerar contratar a alguien para desarrollar una estrategia de medios sociales, no se suele considerar hasta mucho más tarde.

Y eso sucede por dos razones principales:

La mayoría de los empleados junior o becarios carecen de la experiencia necesaria para desarrollar el método más eficiente y eficaz para el aprovechamiento de los medios sociales y la tecnología digital, y es probable que no tengan suficiente tiempo (debido a sus otras funciones de trabajo) para hacer un esfuerzo importante en el compromiso digital. Esto conduce a resultados pobres, que pueden provocar que los responsables lleguen a la conclusión errónea de que el ROI (retorno de la inversión) no es suficiente para justificar el aumento de su compromiso.

La inversión inicial inadecuada conduce también a tiempo y las oportunidades perdidas. Si una empresa hace un intento a medias para establecer una presencia digital y comprometerse con los participantes clave, disminuyen sus posibilidades de obtener un fuerte seguimiento, la generación de tráfico y el potencial de negocio que una red digital activa puede crear. Una de las verdades frías y duras de los medios sociales es la necesidad de una espera más prolongada para establecer una presencia digital fuerte antes de obtener resultados efectivos.

¿Cuál es el mejor enfoque?

Un enfoque más racional de compromiso digital es comenzar con un especialista que pueda ofrecer sus conocimientos y proporcionar una aproximación general, una orientación integral para ayudar a desarrollar una estrategia que tenga más sentido, considerando los objetivos estratégicos de la empresa, el sector, los stakeholders, las características operativas, junto con otra serie de factores.

Los beneficios de comenzar trabajando con un verdadero consultor implican

El acceso al conocimiento en profundidad de la experiencia y en las redes sociales y otras tecnologías digitales.

Información sobre las mejores prácticas generales y específicos de la industria.

Orientación que no está influenciada por un interés personal o de anclaje a prácticas tradicionales u obsoletas.

Una perspectiva que se centra en los objetivos a largo plazo y un enfoque dirigido a gatear, caminar y, finalmente, correr.

Independientemente de si la empresa está arrancando en el social media, o bien quiere elevar su grado de implicación y optimización, existen tres iniciativas clave en las que un consultor digital externo puede ayudar:

La realización de una auditoría digital (y analiza posible la evaluación comparativa relacionada).

La creación de una estrategia de implicación digital.

El desarrollo de un plan de acción digital.

Este especialista no sólo debe ser un asesino a sueldo, alguien a quien se delega la tarea de crear una estrategia o plan. Más bien, debe servir como compañero y guía, trabajando en colaboración con los responsables de la empresa y los miembros clave del equipo para crear una visión y desarrollar una hoja de ruta para avanzar.

La externalización de iniciativas de participación digitales puede parecer más costosa a corto plazo, pero si lo hace es más que seguro que ahorrará dinero en el largo plazo, permitiendo a las empresas determinar la combinación adecuada de personas, tiempo y experiencia que necesitan para administrar sus esfuerzos de compromiso digitales con mayor eficacia. Con los servicios contratados, las organizaciones pueden experimentar el beneficio de tener una ayuda que desarrolla este tipo de trabajo sobre una base a tiempo completo con un coste inferior al de dicho contrato laboral.

En su conjunto, el trabajo con el especialista digital y la experiencia de externalización de permitirá a los responsables de la empresa determinar cuál es el nivel de compromiso necesario y debe basarse tanto en la inversión realizada como el retorno producido. Tendrán un mayor sentido evaluar el conocimiento, destrezas y habilidades necesarias, el nivel de experiencia de la persona que administrará la actividad, y cómo el compromiso digital se puede combinar con otras responsabilidades. Sobre la base de esta información, la empresa puede decidir si tiene más sentido llevar el trabajo desde dentro (ya sea con un empleado existente o nueva contratación), o si es aconsejable seguir confiando en especialistas externos o proveedores de servicios.

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