En octubre de 2015, el gobierno chino anunció controles de seguridad más estrictos sobre los servicios de mensajería después de la explosión de un almacén y de unos paquetes bomba que produjeron víctimas mortales, según informó el Wall Street Journal. Entre las medidas adoptadas por las autoridades se incluyeron controles de rayos X en todos los correos, inspecciones de los paquetes antes de ser sellados, y nuevos procedimientos de registro para los usuarios de los servicios de distribución y logística.
La seguridad en las cadenas de suministro postales se ha convertido en una preocupación importante en muchos países. El proyecto europeo SAFEPOST, de cuatro años de duración y apoyado por la Comisión Europea, tiene como objetivo hacer que los sistemas postales sean más seguros para todos los usuarios.
"El terrorismo es sólo un tipo de amenaza a la que los servicios postales son vulnerables, otras son el contrabando de mercancías tales como antigüedades, animales, drogas y medicamentos falsos”, dice Luca Urciuoli, Profesor Asociado de Investigación de Zaragoza Logistics Center (ZLC), Zaragoza, España.
ZLC es uno de los participantes del proyecto y su papel se centra en la identificación de amenazas que afecten a la seguridad, así como la evaluación de los efectos producidos en la cadena de suministro por las contramedidas asociadas.
Proteger a las personas es la prioridad máxima del proyecto, pero a los operadores postales también les preocupa que las cuestiones relacionadas con la seguridad impacten en su rendimiento. Los problemas de seguridad pueden interrumpir las entregas de correo, así como las operaciones comerciales que dependen de ellos, explica Urciuoli. Además, los operadores que no sean capaces de identificar las mejores soluciones de seguridad para sus organizaciones pueden sufrir un deterioro de los servicios con la consiguiente pérdida de cuota de mercado.
La integridad de los servicios postales es una consideración importante para las empresas que compiten en el espacio del comercio electrónico. "Nuestro trabajo es de gran interés para las empresas minoristas de comercio electrónico ya que las medidas de seguridad pueden aumentar los costes de envío y, por tanto, los precios del servicio, así como causar congestión en los centros de consolidación, dando lugar a retrasos en las entregas" dice Urciuoli . "Problemas como estos pueden disuadir a los consumidores online."
Las cadenas de suministro postales y de mercancía se esfuerzan por conseguir servicios de entrega rápidos y fiables, sin embargo, difieren en un aspecto importante.
Por lo general, las cadenas de suministro las forman empresas que se sitúan aguas arriba y aguas abajo de la cadena. Estos socios comerciales son capaces de investigar a las organizaciones con las que hacen negocios, haciendo más difícil para los criminales el infiltrarse en las cadenas de suministro y el manipular los productos. Sin embargo, este no es el caso en las cadenas de suministro postales o de mensajería, las cuales abarcan numerosos ciudadanos de a pie que pueden enviar paquetes y podrían hacer un mal uso de la cadena de suministro fácilmente.
Sin embargo, existen soluciones de seguridad que SAFEPOST está explorando. La detección de imágenes es una opción. Las cámaras digitales pueden ser programadas para buscar indicios sospechosos en el contenido de una carta o un paquete. Los rastreadores electrónicos (también conocidos como narices electrónicas), pueden detectar la presencia de partículas de drogas y explosivos.
Otra opción que SAFEPOST está explorando es la recopilación e intercambio de información. "Cada oficina o centro de consolidación de la cadena puede recoger diferentes tipos de información. Un operador en una sala de control o un funcionario de aduanas puede recopilar toda la información y decidir si un paquete sospechoso necesita un inspección más exhaustiva. "Así, los errores en la identificación de paquetes de alto riesgo puede reducirse significativamente”, dice Urciuoli.
Otro problema común al que se enfrentan los gerentes es cómo elegir la tecnología de seguridad que mejor se adapten a sus cadena de suministro. ¿Qué tecnología se debe seleccionar y dónde debe ser aplicada? ¿Qué presupuesto asegura el equilibrio óptimo entre la seguridad y el rendimiento? ¿Quién debe pagar por la seguridad – las empresas distribuidoras o los gobiernos?
ZLC está trabajando en una metodología para ayudar a las empresas a evaluar la eficacia de las diferentes medidas de seguridad. La herramienta es similar a los programas de seguridad de TI que utilizan los piratas informáticos para poner a prueba la robustez de los sistemas, y además utiliza técnicas de simulación en lugar de agentes humanos.
Urciuoli dice que el nuevo enfoque puede reducir drásticamente el coste de los tests de seguridad. Además, puede aclarar cómo diferentes medidas afectan a la cadena de suministro postal en términos de seguridad y de rendimiento operativo. Conocer estos resultados da a los operadores una mejor comprensión de los costes y las ventajas comparativas asociadas". Y está claro que las empresas que son capaces de cumplir con los requisitos de seguridad de una manera óptima, obtienen en última instancia una ventaja competitiva", señala Urciuoli.
Otro resultado interesante del trabajo es que, el simple hecho de desarrollar una interfaz gráfica de usuario, la herramienta de simulación se ha convertido en un juego de aprendizaje. Mediante el desarrollo de varios escenarios de riesgo, la herramienta permite a los usuarios realizar ejercicios teóricos y probar diferentes estrategias de resiliencia. Los administradores tienen la oportunidad de aprender cómo ponderar los factores de seguridad y el rendimiento operativo, así cómo cumplir mejor con los requerimientos gubernamentales. La herramienta también puede ser utilizada en sesiones de brainstorming que involucren a profesionales de los sectores privados y públicos, y puede facilitar acuerdos sobre qué medidas de seguridad deben ser aplicadas y, sobre todo, si estas inversiones tienen que ser subvencionadas.
Un objetivo futuro del proyecto SAFEPOST es establecer estándares globales para la protección de los sistemas de correo y paquetería tanto en el sector público como en el privado. Existen normas internacionales, dice Urciuoli, pero no son obligatorias. Por otra parte, las discusiones en curso sobre la seguridad tienden a centrarse principalmente en qué información compartir y qué medidas de seguridad deben adoptar los operadores. "Pero la disciplina de gestión del riesgo nos enseña que no existe una única solución que sirva para todo. Por lo tanto, ¿cómo pueden los operadores llevar a cabo la gestión del riesgo de una manera estandarizada, sistemática y objetiva? Creemos firmemente que nuestra herramienta puede aportar mucho valor a esta discusión", dice Urciuoli.
SAFEPOST finalizará en abril de 2016. La vulnerabilidad de los sistemas postales a la infiltración de elementos criminales se convirtió en un problema mundial después de los ataques con ántrax de 2001 en Estados Unidos. Se enviaron esporas de ántrax por correo a políticos y medios de comunicación. Este ataque causó la muerte de cinco personas e infectó a otras 17. El proyecto no eliminará este tipo de amenazas, pero ayudará a los servicios postales y de paquetería a reforzar la seguridad y desarrollar estrategias de gestión de riesgos más robustas.
