Tras el anuncio de una reforma que costará cerca de 10 millones de euros, unas obras que se iniciaran al inicio de 2018 y la noticia de que los puestos pasaran de 187 a un máximo de 88, la preocupación llega al Mercado Central de Zaragoza. Algo que tiene como consecuencia directa que no todos los comerciantes tendrán un puesto tras la reforma.
La salida a concurso de los puestos, a lo que hay que añadir el pago de alrededor de 50.000 euros de quienes quieran optar a los mismos, ha dividido a los comerciantes que deberán plantearse si seguir allí, movilizar su comercio o cerrarlo definitivamente. Esta situación ha provocado ya que una veintena de los socios de la Asociación de Detallistas del Mercado Central haya decidido no aportar dicho capital.
Desde el Ayuntamiento tratan de calmar las aguas y afirman que todos aquellos que quieran seguir en el mercado podrán hacerlo, aunque dejan claro que todo se hará a través de un concurso público en el que podrá participar cualquiera.
En este sentido, sostienen que para la adjudicación de los puestos se tendrán en cuenta elementos como la experiencia en el sector, la oferta, los precios y los proveedores.
