Ibercaja comunicó ayer a los secretarios generales de los sindicatos de la compañía que está planteando un expediente de regulación de empleo (ERE). Por este motivo, los dirigentes de la entidad bancaria han convocado mañana una mesa de negociación. Las circunstancias que lo causarían serían dos, por un lado, la coyuntura general del sector; por otro lado, la necesidad de reordenar una red de oficinas que se sobredimensionó cuando Ibercaja absorbió a Caja3.
Este nuevo ERE podría afectar a 600 empleados y cerrar hasta 10 oficinas, el grueso del expediente se lo llevaría Aragón, donde la entidad tiene la mayor parte del negocio. Desde el año 2013 al 2015, la compañía ha ejecutado tres ERE que provocaron la salida de más de 800 personas, no obstante, tanto Ibercaja como los sindicatos aseguran que los empleados salieron con buenas condiciones.
Aunque no se descarta que el ERE pueda afectar también a otros territorios, Ibercaja sigue teniendo en mente su expansión a lo largo y ancho de la geografía española. Además, las fuentes sindicales apuntan a que los trabajadores afectados serían aquellos que rondan los 58-59 años.
Este anuncio se produce en un momento en el que Ibercaja ha renovado su dirección tras la renuncia de Amado Franco, que llevaba desde el año 2004 presidiendo el banco aragonés.
