viernes. 29.03.2024
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Hay que conciliar cuatro aspectos: trabajo, familia, comunidad y sociedad y dedicación a uno mismo.

La tendencia en el mundo no va por el horario español, si no por el horario que se está proponiendo en todos los países de Europa, América y Asia, un horario que no sólo intenta conciliar vida familiar y de trabajo. Como destaca Stew Friedman en su libro “Total Leadership”, en realidad no son dos aspectos los que hay que conciliar, sino cuatro; trabajo, familia, comunidad y sociedad y dedicación a uno mismo.

En opinión de Carlos Alberto Pérez, director del Máster en Dirección de Personas y Desarrollo Organizativo (DRHO) de ESIC, “hay que combinar el trabajo con atender a la familia, pero también aportar un apoyo a la sociedad y trabajo propio, para crecer personal y espiritualmente. La plenitud de las personas está relacionada con que hagamos una distribución adecuada de estos cuatro factores”.

Analizando el impacto que puede tener para las empresas españolas, el experto de ESIC destaca “el cambio puede ser profundo, ya que no sólo es un cambio de horario, sino que es un cambio cultural, donde los hábitos de ocio y de trabajo cambian pasando a ser un modelo más intensivo. Para la empresa esto es productividad, hacer el trabajo en menos horas significa ahorro de todo tipo”.

En su opinión “el hecho de tener implementado en las empresas un horario intensivo, puede provocar un aumento de la empleabilidad y un incremento del disfrute en general”.

Los horarios de trabajo intensivos mejorarían el rendimiento laboral según ESIC