sábado. 20.04.2024
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Las inspecciones que se realizan representan la mitad de las que deberían pasarse.

Según recoge la memoria de actividades de 2015 en materia de seguridad industrial, que elabora la Dirección General de Industria, Pymes, Comercio y Artesanía del Gobierno de Aragón, las inspecciones en materia de seguridad industrial que se realizaron durante 2015 ascendieron a 18.387, lo  que supone un incremento del 21% frente a las 15.129 que se realizaron en 2014. Estas cifras no contemplan la Inspección Técnica de Vehículos (ITV).

Las actuaciones que ha desarrollado el Departamento de Economía, a través de la Dirección General de Industria, tienen que ver con la vigilancia reglamentaria que se realiza sobre instalaciones eléctricas, de combustibles, térmicas y frigoríficas, agua, aparatos elevadores y a presión, almacenamiento de productos químicos, instalaciones contraincendios, vehículos en general y destinados al transporte de mercancías peligrosas e industrias susceptibles de producir accidentes graves. Se trata, en conjunto, de la aplicación de más de 1.200 normas y reglamentos de seguridad cuyo cumplimiento es preciso controlar para evitar accidentes.

Sin embargo, “a pesar del esfuerzo que se realiza desde el Gobierno de Aragón”, tal y como ha explicado el director general de Industria, Pymes, Comercio y Artesanía, Fernando Fernández Cuello, “las inspecciones que se realizan se estima que representan únicamente la mitad de las que deberían pasarse”.

De acuerdo con los reglamentos de seguridad que se aplican en cada caso, la obligación de solicitar la inspección recae sobre los titulares de dichas instalaciones. Sin embargo, hay muchos que no las solicitan bien por desconocimiento o bien porque estiman que su instalación no cumple las normas y evita someterse a la inspección.

 Sirva como ejemplo el caso de la baja tensión eléctrica, donde alrededor de 20.400 instalaciones deberían pasar inspección periódica y muchas de ellas no lo hacen. Precisamente, la mayor parte de los accidentes e incendios que se producen en locales en Aragón tienen su origen en instalaciones eléctricas de baja tensión defectuosos, normalmente tras el resultado de modificaciones.

Fernando Fernández ha explicado que “es necesario repensar todo el sistema de inspecciones y con carácter urgente. Dado que la información no está correctamente digitalizada, es casi imposible hacer un seguimiento a la altura de lo que uno esperaría en pleno siglo XXI”. Fernández ha explicado que el Gobierno de Aragón “lleva un año trabajando intensamente para cambiar todo el sistema con el objetivo de llegar a un alto grado de calidad de las instalaciones”. Para ello, desde la Dirección General de Industria se está trabajando en dos frentes: la calidad de los agentes que intervienen –ingenieros, instaladores, organismos de control y laboratorios– y la exigencia rigurosa de las inspecciones periódicas con el apoyo de medios telemáticos; lo que se traducirá, además, en un incremento de actividad y puestos de trabajo en el sector.

Economía realiza en 2015 más de 18.300 inspecciones de seguridad industrial