sábado. 20.04.2024
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Una placa recuerda desde hoy su nacimiento en la Casa de Ganaderos

Más de 160 personas vinculadas a la Ingeniería y la Geotecnia han asistido hoy en Zaragoza a la jornada de homenaje al ingeniero aragonés, José Antonio Jiménez Salas, considerado el padre de la Geotecnia en España.  El encuentro ha sido organizado, coincidiendo con el centenario de su nacimiento, por el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, junto a la Universidad Politécnica de Madrid y el Centro de Estudios y Esperimentación de Obras Públicas (Cedex).

Catedráticos, expertos y representantes de las principales Sociedades Científicas en esta materia se han dado cita en este encuentro que ha sido inaugurado por el Rector de la Universidad de Zaragoza, Manuel López, junto al Rector de la Universidad Politécnica de Madrid, Carlos Conde, al presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, Juan Antonio Santamera, al director del Cedex, Mariano Navas, y al decano del Colegio de Ingeniero de Caminos en Aragón, Javier Mozota.

A lo largo de toda la mañana, en el Patio de la Infanta de Ibercaja se ha recordado la figura de Jiménez Salas como ingeniero, como docente y como investigador en diferentes mesas redondas y conferencias, además de siete intervenciones de personas que conocieron bien a José Antonio Jiménez Salas y que han recordado momentos más próximos y emotivos, destacando su lado más humano, su interés por el desarrollo profesional de sus alumnos y su generosidad en compartir sus conocimientos.

Tras estas ponencias, su hijo, Javier Jiménez Sendín, ha agradecido este homenaje en nombre de toda su familia y muy emocionado ha señalado “el respeto que todo el mundo ha mostrado”. Sobre la figura de Jiménez Salas, ha explicado que, a pesar de ser un hombre de ciencias, era muy aficionado a la poesía y a escribir cuentos. En cuanto a la trayectoria y a la visión de la vida, “era un hombre muy unido al mundo y eso en los años 50 no era habitual en España donde vivíamos de una manera muy local”, ha dicho Jiménez Sendín.

El acto ha sido clausurado por el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón, José Luis Soro, quien ha subrayado que se trata de un “hombre universal, innovador y un pionero en su trabajo”. Asimismo, ha reivindicado la ciencia al servicio de la sociedad y la importancia de reconocer en su tierra la trayectoria de una figura como la de Jiménez Salas. “Es una obligación moral como sociedad tener presente su trabajo y su dedicación”.

Su recuerdo en Casa de Ganaderos

Desde hoy, la Casa de Ganaderos de Zaragoza, en la calle San Andrés, cuenta con una placa que recuerda su nacimiento en este lugar en marzo de 1916. Allí, trabajaba como secretario su padre, Inocencio Jiménez, cuando él nació. A este acto ha asistido el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, quien ha dicho de este ingeniero zaragozano que fue “un maestro, creativo, creador de escuela y de discípulos”. Asimismo, ha destacado que la ciudad está en deuda con personajes como Jiménez Salas y que se debe “recuperar la memoria de personas como la que hoy se ha homenajeado.”

¿Quién fue José Antonio Jiménez Salas?

Jiménez Salas fue un pionero en su tiempo. Introdujo en España la ciencia de la mecánica del suelo, evitando que nuestro país sufriese un retraso en este sector. Está considerado el padre de la Geotecnia en España, que estudia las relaciones entre el suelo y las infraestructuras que se construyen sobre el mismo.

Como ingeniero asesoró en la resolución de muchos de los problemas de cimentación de las grandes obras (centrales nucleares, presas, túneles, viaductos, etc) construidas entre los años 50 y 80 del siglo pasado. Ejemplos de algunas obras que asesoró son las cimentaciones de las centrales de Zorita, Santa María de Garoña, Almaraz y Lemóniz o la presa de Atazar (Madrid); el puerto de Santo (Brasil, 1972); o las montañas del Jura y los dos anillos del Cern (Ginebra, 1993).

Como profesor era conocido por sus dotes docentes y la claridad de sus exposiciones. Formó toda una escuela de geotécnicos que ocuparon muchas de las cátedras de Geotecnia que se fueron creando en distintas Escuelas de Ingeniería y Arquitectura de España. En sus clases, hacía referencias a sus raíces aragonesas, nombraba a la Torre Nueva de Zaragoza y explicaba cómo se podría haber salvado de la demolición si la ciencia de la Geotecnia hubiera surgido 100 años antes. Insistía en la peligrosidad de los limos yesíferos de Alfajarín y del Valle del Ebro en general y cómo colapsaban al aumentar la humedad, arrastrando en su hundimiento a las construcciones que soportan, y mil referencias más.

Más de 160 personas rinden homenaje en Zaragoza al impulsor de la Geotecnia en España