viernes. 19.04.2024
INGENIERÍA-FICCIÓN

¿Cómo construiríamos hoy en día la Estrella de la Muerte?

La Estrella de la Muerte fue el arma máxima del Imperio: una estación espacial de tamaño lunar con la capacidad de destruir un planeta entero. Pero el Emperador y los oficiales imperiales subestimaron la tenacidad de la Alianza Rebelde, quienes se negaron a someterse a este terror tecnológico...

El estreno de la nueva película de Star Wars: Episodio VII – El Despertar de la Fuerza (The Force Awakens), hace que seamos muchos los que estos días volcamos parte de nuestra atención en la galaxia ficticia más famosa de todos los tiempos. Por ello resulta interesante investigar las características “reales” de la estación espacial base del Imperio en la película que dio comienzo a la saga en 1977 (Star Wars: La Guerra de las Galaxias).

La primera Estrella de la Muerte era una estación esférica de unos 160 km de diámetro y color grisáceo dividida en dos hemisferios, subdivididos a su vez en 12 zonas de puentes controladores. En el hemisferio norte se encontraba el armamento principal de la estación, un cañón hiperláser de gran potencia. El interior se organizaba en 84 niveles independientes, divididos cada uno de ellos en 257 subniveles de operaciones.

En la película la estación cuenta con 628.628 miembros de tripulación, 27.048 oficiales imperiales, 167.216 pilotos y más de 730.000 militares entre tropas, soldados de asalto, artilleros y personal de apoyo, sin contar con unos 400.000 droides. Parece una población elevada y sin embargo, según el profesor de física Rhett Allain de la Universidad del Sudeste de Louisiana, podrían habitar en ella más personas de las que actualmente viven en la Tierra.

Según la historia que Star Wars narra, la estación espacial empezó a construirse durante el inicio del Imperio Galáctico y tardó 20 años en completarse debido a problemas de suministros, disputas sindicales y problemas de diseño que posteriormente fueron corregidos.

Científicos de la universidad antes citada calcularon cuánto tiempo se tardaría en construir la Estrella de la Muerte utilizando sólo Vehículos Automatizados de Transferencia (ATV de sus siglas en inglés) con una capacidad de carga útil de 7.200 kilogramos por nave, similares a los que se utilizan para transportar carga a la Estación Espacial Internacional. Los resultados sorprenden: para tener la obra terminada en 10 años sería necesario lanzar 4 vehículos cada segundo a dicha estación. Enviándose un ATV al mes serían necesarios más de 5.000 millones de años para completar la obra y sería inaugurada con el Sol ya apagado. ¡Tenemos mucho que aprender de la tecnología y los ingenieros del Imperio!

Por otra parte, todo el casco de la Estrella de la Muerte estaba recubierto de acero de quadanio. Tomando dicho material (¡sin quadanio!) como referencia, un grupo de estudiantes de economía de la Universidad de Lehigh, Pennsylvania, decidió investigar cuánto costaría construir la estación. Para hacer los cálculos supusieron además que la densidad de materiales sería similar a la de un barco de guerra moderno y determinaron que se necesitarían más de un trillón de toneladas de acero para armarla. Considerando el precio del material en el año del estudio (2012), el coste de la obra ascendería a 852.000 billones de dólares americanos, equivalentes a unas 13.000 veces el producto interno bruto mundial de ese año. El importe no incluye mano de obra, armas o decoración.

Visto el presupuesto no es de extrañar que la Casa Blanca respondiera negativamente en enero de 2013 a la petición de más de 25.000 estadounidenses de construir la Estrella de la Muerte, argumentando que sería una pérdida de dinero “fuera de esta galaxia”. El informe, redactado por la Subdivisión de Ciencia y Espacio de la Oficina de Administración y Presupuestos de la Casa Blanca, esgrime otro argumento nada desdeñable: “¿Por qué deberíamos gastar el dinero de los contribuyentes en una Estrella de la Muerte con el defecto fundamental de que puede ser destruida por un solo hombre?”

Así pues no parece factible pensar que la Tierra vaya a contar con una estación como la de la primera película de Star Wars a corto o medio plazo. Esperamos, eso sí, que la fuerza nos acompañe.

¿Cómo construiríamos hoy en día la Estrella de la Muerte?